Artículo 3 Negocia Con tu cuerpo
O mejor dicho con tu apetito y tus ganas de comer. Todo se trata de llegar a un acuerdo con nosotros mismo a la hora de comer de modo que entre lo que realmente nos apetece comer y lo que debemos , consigamos alcanzar un acuerdo que nos lleve a una dieta equilibraba sin que luego nos asalten los remordimientos ni sentimientos de culpabilidad. Igual que negociamos con los niños con negociaciones del tipo de "Si te acabas la verdura, te daré tal postre". así debemos negociar con nosotros mismo, de modo que si me apetece, un refresco, un postre o unas patatas fritas bien grasientas, no me digo que no y punto, condenándome a un castigo y una alimentación solo por obligación. En vez de esto, adopta una actitud de negociación del tipo "Bien ¿Te apetece tal dulce o postre? bueno, pero primero prueba esta deliciosa pieza de fruta, y luego si tienes más ganas hablaremos del dulce. Comprobarás que en la mayor parte de las ocasiones, una vez has acabado con la fruta ya no te quedará espacio para nada más, o que simplemente se te han quitado las ganas. En mis tiempos de estudiante un profesor nos contó en una ocasión como disuadía a su hijo de ir comer a X sitio de comida rápida poco recomendada "Yo le decía" nos comentaba "vale Pablito (nombre inventado) iremos allí si tantas ganas tienes, pero antes espera a que los mayores comamos aquí (cualquier restaurante normal, con comida corriente y saludable, ejemplo dieta mediterránea)" y así cuando iban al restaurante, los mayores pedían de una cosa y de otra,diciéndole a Pablito que podía comer también de lo que había allí aunque luego fuera a comer al sitio de comida rápida. Resultado, Pablito se llenaba, y la comida poco saludable, nunca llegaba a ocupar el espacio demandado
