Artículo 1 El conocimiento nos da poder de decisión y de actuación.
Si somos conocedores tomaremos mejores decisiones y actuaremos en consecuencia con aquello que sabemos. Si ya también puede ser que aún sabiendo que algo nos perjudica rompamos las reglas, pero en la mayoría de las veces se impondrá el sentido común.
Esto es aplicado a la alimentación y la nutrición, es saber que comemos y como actúa en nuestro cuerpo para que nos ayude a tomar mejores decisiones sobre lo que nos llevamos a la boca. No se trata de obsesionarse, la obsesión ni siquiera por la comida sana (a esto le llamamos ortorexia ) nunca es buena. Pero si se trata de pararnos y pensar en lo que comemos de manera que entendamos que nuestros hábitos alimentarios van influir positiva o negativamente en nuestro en nosotros, y aquí podemos poner un sin fin de ejemplos: Como el hecho de que no comer nunca verdura, ni fruto ni fibra influirá en nuestras visitas al excusar; Que una alimentación rica en grasa contribuirá a un aumento de peso; O como una dieta equilibrada afectará de manera positiva en numerosos aspectos de nuestras vida tales como, tan básicos como la concentración, o el sueño y el descanso. Es también fundamental saberlo todo acerca de aquellas condiciones patológicas (de enfermedad) que nos pueden estar afectando, tales como: el colesterol, la obesidad, o la diabetes. Si sabes como actúa la enfermedad en tu cuerpo o que beneficios tienen sobre ella una buena alimentación. te será más fácil a la hora de controlar tu alimentación y saber elegir aquello que te va a beneficiar. No esperes a que el médico de la voz de alarma y te diga que tu salud está en riesgo, infórmate de que es mejor para ti desde antes.
